Actualmente existen en el mercado numerosos productos basados en sales de cobre y que son utilizados en los distintos tipos de autoclave que hay repartidos por nuestra geografía, pero independientemente del producto podemos declr que el objetivo común de un autoclave (de vacío-presión) es conseguir un grado de penetración profunda del producto sobre la madera. Aquí tenemos que advertir que no todas las maderas permiten este tipo de protección profunda bien por tratarse de maderas duras y muy densas (maderas tropicales) o por el contrario maderas poco densas pero que no retienen el producto después de ser aplicado (abeto). Entre las maderas más adecuadas para recibir este tipo de tratamienlo se encuentra el Pino con el cual se consiguen unos buenos resultados de penetración, incluso para clase de uso 4 (le clase 5 creo que muy pocos productos o ninguno la garanticen en su ficha técnica). Pues una vez conocida que madera podemos tnatar en el autoclave vamos a explicar como es el proceso de tratamiento:
Este proceso conocido como sistema Bethell o de célula llena, consiste primeramente en crear un vacío inicial sobre la madera que permite extraer parte del aire y del agua que pueda haber encerrada y conseguir abrir los poros para posteriormente introducir a presión el producto protector que comentábamos, manteniendo esta presión según las tablas de tiempos que nos marque el fabricante del producto para conseguir el grado de penetración adecuada, una vez concluido el proceso se realiza un vacío final para extraer el líquido sobrante de la madera.
Es importante saber que tipo de producto tiene aplicado la madera que adquirimos ya que actualmente la normativa tiene una serie de limitaciones en cuanto al empleo de ciertos productos nocivos, estando prohibido el uso que hasta hace poco tiempo era habitual de sales de cromo conocidas como CCA. ahora hay otras alternativas como las sales CCB y varias empresas dedicadas a su comercialización. Con este tipo de tratamiento podemos conseguir protecciones de tipo medio o de profundidad dependiendo de las presiones y los tiempos aplicados, siempre teniendo en cuenta el uso al que destinemos la madera, a continuación puedes ver un esquema del proceso.
Cuanto más tiempo apliquemos el vacío final más escurrida saldrá la madera, y en el caso de que la madera sea utilizada para laminar será necesario un proceso de secado posterior para poder encolar, en cualquier caso siempre es conveniente poner separadores a la madera para facilitar el secado al aire, como se puede ver en la primera fotografía.